Cuando estamos fuera de casa, el tiempo va mucho más rápido. Hace casi un mes ya, que mi casa es Murcia. Cada día que pasa me siento mejor y mejor aquí. Los lugares comienzan a ser familiares en lugar de extraños.Los últimos 10 días fueron realmente muy interesantes. Los días 1 y 2 de mayo se llevó a cabo el festival SOS organizado en Murcia. El festival de música se lleva a cabo al aire libre. 3 escenarios, conciertos de DJ realmente divertidos. La oportunidad de participar en un evento como este es una experiencia muy agradable. La Universidad de Murcia, a través del Servicio de Atención y Voluntariado (ADyV), era responsable de asegurar las tareas de los voluntarios durante el evento. Antes del festival, por nuestra oficina de la Universidad, pasaron cientos de estudiantes que querían ser partícipes de este evento. Es importante observar en la experiencia, ya que se pretende coordinar un gran grupo de voluntarios durante un evento de masas.
Del 3 al 8 Mayo, estuve en un curso de formación a la llegada para los voluntarios del SVE en Jaén. Fueron realmente muy intensos los cinco días. La formación era de 9:00 de la mañana a 19:00 horas de tarde, con
cenas de salida, talleres posteriores. Han paso 5 días muy rápido, pero la fatiga de cada día se mostró la hora de volver a casa. Tuve la oportunidad de conocer a otros voluntarios, e intercambiar primeras
experiencias y sensaciones; fue muy importante. Podríamos hablar de nuestros problemas y dudas. Para conocer sus derechos y obligaciones y otra información útil.
Mi semana intensa finalizó con el fin de semana en Madrid.
Mi primer viaje, que espero muy agradecida, donde voy a conocer algunas ciudades españolas. Madrid me impresionó de una manera muy agradable. Rincones llenos de gente y lugares hermosos. Lugar donde se puede simplemente sentarse y admirar el edificio. La visita al Museo del Prado también fue experiencia inusual. Tuve la oportunidad de ver de cerca una de mis pinturas favoritas de Bosch. Su imagen siempre me ha fascinado, y quiero decir que yo no podía apartar los ojos de esa maravillosa obra. En el Prado, me sentí de la misma manera, me paré y miré cada pieza. Fue realmente un momento muy interesante e intenso. Ahora es el momento de volver a las responsabilidades de todos los días y volver a aprender poco a poco español.